Sri Lanka

 

Cuando llego de madrugada a Sri Lanka y procediendo de India. La experiencia me hace que espere al menos un par de semanas, para empezar a escribir y poder ser lo más objetivo posible. Ya que como reseñé en la anterior crónica, una de las pocas cualidades buenas que tiene India, es hacer mejor de lo que en realidad es, al siguiente país que se visita.

VIAJANDO BARATO: ALGUNOS CONSEJILLOS

Viajar barato en Sri Lanka es fácil, si se siguen estos consejos:

Cheap Holidays in Sri Lanka is easy, if you follow these tips:

La regla de oro y más importante cuando se viaja, y que el foráneo jamás debe de olvidar, es SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE PREGUNTAR LOS PRECIOS, ANTES DE PEDIR U ORDENAR NADA EN UN LUGAR. YA SEA HOTEL, BAR, TIENDA,  RESTAURANTE O TRANSPORTE.

El visado para Sri Lanka, si se piensa estar por un mes o inferior a este tiempo, se puede hacer a través de internet en la página oficial http://www.eta.gov.lk/slvisa/ por 23 €. Con 48 h. de antelación a la llegada al país es tiempo suficiente para realizar el trámite. El pago se efectúa con tarjeta de crédito y no hace falta llevar copia, para presentarla en el control de inmigración del aeropuerto.

Si por el contrario la permanencia es superior, recomiendo hacerlo en la embajada de Sri Lanka. El precio es de 30 €, siendo el mismo, igual para 1, 2 ó 3 meses, tiempo máximo de permanencia en el país, con visado turista.

Después, se puede hacer una renovación por tres meses más, sin necesidad de salir del país, por el mismo precio y pagando 60 € más, al ser la segunda renovación.

Si no se está seguro de la duración de la estancia, tranquilo, porque desde el día siguiente al que se llega al país, se puede hacer una extensión a dos o tres meses, en la oficina de inmigración en Colombo por 40 $. Aceptan moneda local y el cambio que hacen es el oficial.

Para ir a la Oficina de Inmigración, se ha de tomar el autobús 103 que pasa por la puerta de la estación central de autobuses y estación central de trenes de Colombo.

Nada más llegar al aeropuerto, recomiendo comprar una tarjeta SIM para el teléfono. Son gratuitas, tan solo se ha de pagar el saldo. También recomiendo, que posteriormente, se haga una recarga en otra oficina de la misma compañía para los datos y navegar por internet. No hacer este trámite en el aeropuerto, pues es más caro. Con 95 rp, en la compañía Airtel, tienes 520 mb durante un mes.

El cambio de divisa, siempre es peor en los aeropuertos que en las oficinas que se encuentran fuera del aeropuerto, ya sea en Colombo o en otros lugares.

Mi recomendación, es cambiar 10 € en el aeropuerto, suficiente para comprar la SIM de teléfono y hacer el traslado hasta la capital u otra población cercana.

Luego, buscar joyerías, pues es donde mejor cambio se encuentra, siempre superior al cambio oficial y exento de comisiones.

Recorrer al menos seis comercios, para saber cuál es la que más interesa.

También recomiendo, llevar billetes de un mínimo de 100 €, pues el cambio con billetes inferiores, puede sufrir un detrimento de hasta el 5%.

Como curiosidad para los españoles, les indicaré, que cuando llegué, el cambio de € a la moneda local, es el mismo que teníamos de euros a pesetas. Por lo que a los más viejos, nos será muy fácil la conversión de la moneda. 1 €= 166 rupias.

Los traslados desde el aeropuerto a los demás lugares son fáciles y baratos, si se está dispuesto a realizarlos en autobús.

Los autobuses que van a Colombo, se encuentran al salir del aeropuerto a la izquierda, a tan solo 100 metros. Cuestan tan solo 145 rp.

Los mismos dejaran al viajero, en la estación de autobuses de la capital, situada justo en frente de la estación de trenes.

Desde la estación central de autobuses o la estación de trenes, salen transportes para todo el país.

Un servidor, tenía como destino en esta ocasión Negombo, pueblo cercano al aeropuerto, a tan solo 10 km.

PARA LLEGAR A NEGOMBO

Para trasladarse allí, recomiendo salir del aeropuerto a la izquierda, andar aproximadamente 800 metros y al llegar a la población que está cercana al aeropuerto, esperar el autobús que va a Negombo. El precio de este son tan solo 24 rupias.

Si se llega a horas intempestivas y no se quiere esperar hasta las 6 de la mañana que sale el primer autobús. Aconsejo, salir del aeropuerto a la derecha hasta la parada de tuc-tuc que se encuentra a tan solo 300 metros. No pagar más de 500 rupias por el trayecto a Negombo.

Algo muy importante, que el viajero debe de saber, es que todos los productos que se venden en Sri Lanka y están envasados, sean cual sean, bebidas, comida o cremas, tienen el precio marcado junto a la fecha de caducidad. Los locales, pagan un precio inferior por ellos, ya que este es el precio máximo estipulado por el gobierno. Los avispados comerciantes locales, intentan siempre cobrar de más, aprovechando el desconocimiento de los foráneos. Con excusas tales como que la bebida es fría, o que el local es un restaurante y no supermercado o son tasas del gobierno. Todas ellas son mentiras. Si se niegan a bajar el precio, una buena solución para que lo hagan, es decir que se llamara a la policía, pues están obligados por ley a no vender por encima del precio marcado.

En productos que no están envasados y son de consumo habitual, dejo aquí cuales son los precios reales que se cobran.

PEQUEÑA LISTA DE PRECIOS

El Té de Sri Lanka, tiene un precio de 10 rp la taza, el café de 20 rp. Cuando es con leche sube 20 rp. más, y la bollería un máximo de 20 rp. la pieza. Se puede hacer un buen desayuno por tan solo 50 rp (0,3 €).

Muchos foráneos, entran por el aro, con el pensamiento de “Bueno, en comparación con mi país, esto es nada” o “Estoy de vacaciones, no voy a discutir con una persona por una diferencia de 1 €”.

Gran error, que acaba pasando factura a lo largo del tiempo y que hará, que nuestro presupuesto se haya quedado pequeño.

Las bebidas alcohólicas, hay que comprarlas en las tiendas de vinos. En todas las localidades, hay por lo menos una.

Para encontrarlas, es fácil, todas tienen el cartel que las indica como tales de color verde y letras blancas. Además, son los negocios, que siempre están llenos.

Si pretenden cobrarnos de más, en las tiendas de vinos, recomiendo solicitar la tarifa oficial de precios. Están obligados a mostrarla cuando se les solicita.

Todas las bebidas embotelladas en cristal, son más baratas que embotelladas en plástico.

A los bebedores de cerveza, aconsejo llevar el envase, o en su defecto, devolverlo para de esta manera, les reembolsen el importe.

También se puede recurrir a un local, para que éste compre la bebida por nosotros y de esta manera conseguir el precio que realmente marca.

Hay bebidas como los refrescos en botella de plástico, leche, zumos e incluso agua, que sorprenderán, porque valen más que en el país de origen.

Como ejemplo, un litro de leche, no se encuentra más barato que 1,15 €. El litro de zumo en bote o tetrabrik es disparatado, cuesta 3,3 € el litro.

El tabaco, también tiene un precio parecido al de España, la cajetilla de tabaco con filtro no baja de 3 €. Por este motivo, aconsejo comprar el tabaco que se vaya a consumir en el duty free del aeropuerto, antes de llegar a Sri Lanka.

En el tema relacionado a los transportes, reseñaré, que todos tienen la obligación de emitir el billete. De esta manera, es conveniente pedir siempre el ticket, para evitar engaños.

Llevar monedas sueltas es aconsejable, pues los cobradores, se suelen quedar con el cambio de los turistas, pero no de los locales, que si le reclaman.

HOTELES: REGATEAR SIEMPRE

Los hoteles, tienen unos precios, que siempre, siempre, siempre son relativos. Por ejemplo a la temporada (alta o baja), a la ocupación de ese momento o a la calidad de los servicios. Hay que hacer un regateo empezando por la tercera parte de lo que piden y jamás pagar el precio que en un primer momento nos han dado.

Sobra decir, que nunca debe de pagarse por adelantado y tampoco dejar el pasaporte en manos del personal del hotel, más del tiempo necesario para anotar la entrada en el libro del registro.

No en todos los establecimientos anotan la entrada, para ahorrarse pagar impuestos al gobierno. Este hecho, debe de dar la picardía suficiente al viajero, para que le realicen un descuento aun mayor.

Sin duda alguna, lo que hará que el viaje por Sri Lanka, sea muy económico, es disponer de transporte propio, ya sea en Tuc-tuc o moto.

A pesar de que los traslados entre poblaciones son más económicos en transporte público, al llegar a las poblaciones y disponer de transporte propio, se rentabilizará sobre manera. Simplemente con tener la posibilidad de recorrer varios alojamientos y restaurantes por cuenta propia. La diferencia es abismal, y se acabará encontrando el más apropiado para el bolsillo.

El vehículo propio, también da la posibilidad, de desechar el servicio de tours, para ver la cola de una ballena (teniendo paciencia, desde la orilla de una playa se pueden ver), o llegando a lugares donde al estar exentos de turismo, el ansia de dinero en la población disminuye.

MEJOR EN TUC-TUC ALQUILADO

Como referencia diré, que un trayecto en taxi de unos 220 km, cuesta algo más de 50 €, mientras que con el tuctuc que uno alquila, sale por 12 €, alquiler y gasolina. Además de la libertad que al viajero le da, el parar en lugares, por el tiempo y deseo que se crea oportuno

Hay que tener la precaución, de llevar licencia de conducir internacional, pues la policía suele solicitárselo a los turistas.

Si con las prisas se ha olvidado o dejado en el país de origen. Tampoco hay que preocuparse, doy un consejo para viajar con vehículo por otros países diferentes al de origen, incluyendo Sri Lanka.

Solo hay que acercarse a una comisaría de policía en Sri Lanka y hacer una denuncia, en la que se indique que se ha perdido junto con otros documentos. La denuncia servirá, para un periodo de un mes. Si la permanencia en el país es superior, volver a realizar esta denuncia en otra comisaria.

DE RESTAURANTES LOCALES

Comer en restaurantes locales y no en los turísticos.

Después de cuatro años de viaje, ni un servidor ni nadie de los que me ha acompañado en mi viaje, ha sufrido ninguna enfermedad o indigestión, por comer en este tipo de locales.

Tenga en cuenta el lector, que los restaurantes locales, tienen una clientela fija diaria. Si esta clientela enfermara, el local iría a la ruina. Por el contrario, los restaurantes para turistas, son de clientela temporal y variable, por lo que a mi parecer, son de mucha más desconfianza.

No por pagar más, la cocina y los productos son más frescos o limpios. Hacer caso omiso, a la dejadez que se puede apreciar en la limpieza del local. Lo importante no es el entorno, sino lo que uno introduce en su cuerpo.

El Arroz con curry, plato nacional en Sri Lanka por excelencia, es una de las comidas más completas que hay, por llevar legumbres, arroz y vegetales. A los locales les cobran desde 90 a 180 rp, dependiendo de si van acompañado de pescado, pollo, ternera o solo vegetales. A los turistas, intentan cobrarles hasta 800 rp.

También es muy bueno el Kotu, que se hace con vegetales y rotí (una torta de harina, troceada y a la plancha con todos los ingredientes). Por este plato no se debe de pagar más de 100 -120 rp cuando es vegetal y 150 -180 rp cuando es con pollo.

TODO INCLUIDO POR 400 EUROS

¿Como viajar en Sri Lanka barato, por 400 € al mes?

Prometo al lector, que después de leer este blog, su viaje por Sri Lanka, no será más caro de 400 € al mes, sin perderse nada interesante, pero siguiendo mis consejos.

 

Reserve habitación en New Negombo Beach Hostel o también llamado Seetha’s Hostel, situado en el 112/3 de Lewis Place en Negombo.

No es el hotel más barato en habitación doble, pero si en dormitorio de todos los alrededores.

Esto no significa que la calidad sea mala, más bien todo lo contrario. La dueña es pura amabilidad y la casa e instalaciones del hostel de buena calidad.

El precio es de 650 rp en dormitorio de 4 camas, 1500 rp la habitación doble con ventilador y baño dentro y 3000 rp la habitación doble con baño y aire acondicionado.

(Si se pregunta a la dueña, esta los llevará a otro que tiene un precio inferior en habitación doble, pero de calidad muy inferior.)

Además, la parada de autobús, se encuentra muy cerca, la playa a tan solo 150 metros y tiene wiffi.

Sería un pecado que la persona que se aloje en este hotel, no comiera aquí, ya que Seetha cocina de maravilla y tres veces más barato de lo que se puede conseguir en los restaurantes colindantes.

En las dos semanas que espero a Yokito San, me dedico a la búsqueda de un tuc-tuc en buenas condiciones y a planificar mi viaje por el país.

Seetha, que es muy solícita, me ayuda en la búsqueda de uno, que esté en buenas condiciones.

MOTORIZADO EN TUC-TUC PRIVADO

Al final lo consigo, con tan solo un año de antigüedad, por un precio, más que aceptable. 240 € para los 50 días que tengo pensado utilizarlo.

Recuerdo que en la mayoría de agencias, los tuc-tuc, de dudosa calidad, es muy difícil de bajarlos de 300 € mensuales. Si bien ayuda, que una persona local me haya ayudado, además de estar en temporada baja.

Recomiendo al viajero visitar el país en esta época, no solo por la diferencia de precios, sino porque podrá disfrutar de las mismas cosas, sin tanto turista.

Además, en época de Monzón, no llueve todos los días, y cuando lo hace es por tan solo una o dos horas.

Es probable que en un mes entero, solo se tenga un solo día ininterrumpido de lluvia, que se puede aprovechar, para relajarse y descansar.

Otra ventaja del país, es que cuando es época de lluvias en el lado este, luce un esplendido sol en el lado oeste. Esto unido a que la distancia más larga de el lado este al oeste es de 210 km, hace que no sea un problema viajar en temporada de lluvia.

A LOMOS DE PIKOLETO

El 30 de Septiembre, salimos de Negombo rumbo sur, Yokito San, Doña callada y un servidor, a bordo de Pikoleto, nuestro tuc-tuc. Apodado con cariño de esta manera por su color verde y capota negra, que me recuerda la uniformidad de un Guardia Civil con tricornio.

Llevamos una bandera de Sri Lanka, que nos ha prestado Seetha, una de España que le encargué a Doña Callada y una azul de una cebolla, que Yokito San ha traído en representación de Hokkaido. Mi asombro es solo comparable a la risa que me produce.

 

La conducción del tuc-tuc, al principio es dificultosa, pero una vez que se han realizado unos kilómetros, su manejo es más fácil, sorprende su estabilidad, maniobrabilidad y hace que disfrutemos del camino.

Doy un consejo para conducir tuc-tuc en Sri Lanka. No pasar de los 45 km/h. De esta manera, se evitan denuncias o que te pare la policía, además, se hace un consumo más bajo, 3,5 litros a los 100 km, y el riesgo de accidente es muy bajo.

Otro consejo importante para la conducción del tuc-tuc, es ir siempre pegado al lado izquierdo (lugar por donde se circula en Sri Lanka), pues los autobuses y camiones, van mucho más rápido y no son demasiado precavidos con los demás.

PANADURA. SORPRENDENTE MERCADO NOCTURNO

La primera jornada no es más de 60 km, trayecto que separa Negombo de Panadura.

Panadura es una localidad, que apenas tiene reseña en las guías de turismo. Algo que el lector ya conoce que tan solo este hecho me atraiga especialmente.

Buscamos hotel y como hemos decidido tener un presupuesto por persona de un máximo de 400 € mensuales, la búsqueda se hace difícil.

Al final, cerca de la playa, preguntando a locales, nos indican uno que encuadra perfectamente en la categoría de pulguero absoluto. Las dos habitaciones dobles con baño dentro por 1750 rp el día. Nos quedamos dos días.

Nada más dejar nuestras pertenencias en el hotel, lo primero es pegarnos un baño en la magnífica playa que se encuentra a tan solo 50 metros y está exenta de resorts o turistas.

 

Posteriormente al baño, decidimos dar una vuelta por la población, y nos quedamos muy satisfechos con la elección del lugar, pues las personas que nos encontramos, al no tener demasiado contacto con los turistas, son amables. Además los lugares donde comer, son muy baratos, llegamos a hacerlo por tan solo 60 rp por persona, con una calidad más que aceptable.

Es recomendable, visitar su mercado nocturno, pues dejara en el visitante un grato recuerdo.

 

 

Por la mañana, decidimos ver el templo budista de la ciudad, que tiene una antigüedad de 150 años.

 

 

Para mí, es mucho más interesante que el enorme templo budista de Kalutara, situado a unos 15 km al sur.

Aunque al tener el día sin nada que hacer, también lo visitamos.

 

 

En la tarde, decidimos perdernos con Pikoleto en el interior de la zona, dejándonos guiar simplemente por la casualidad.

Visitamos otros templos más pequeños en aldeas, que sin embargo no son estériles de belleza.

 

 

Por la noche volvemos a visitar el mercado de pescado de Panadura y hacemos una magnifica cena, como despedida de esta localidad, que guarda más de un secreto para el que esté dispuesto a desvelarlo.

A la mañana siguiente, proseguimos hacia el sur y paramos en la localidad de Beruwala, no sin antes hacer un alto en el camino para tomar un delicioso café estilo Sri Lankes, con un mar de fondo grisáceo, pues la lluvia ha aparecido desde primera hora y amenaza con perseguirnos por un par de días.

 

 

OPÍPARA COMIDA EN BENTOTA

La localidad de Beruwala, tiene un precioso puerto pesquero y unas buenas playas, pero esto también hace que estén rodeadas de resorts reservados a paquetes turísticos.

 

 

Intentamos buscar alojamiento, pero los precios distan mucho de nuestro presupuesto, por lo que proseguimos camino al sur, aconsejado por Doña Callada, que ha hecho un estudio previo de todo el país.

De esta manera llegamos a Bentota, a tan solo 10 km al sur.

Bentota, no es que este exenta de turistas, pero la oferta hotelera, es mucho más amplia y diversa que su vecina del norte.

Después de recorrer más de 6 lugares para hospedarnos, por fin encontramos un hotel muy encantador, a tan solo 100 metros de la playa y donde estamos prácticamente solos los cuatro días que decidimos permanecer en Bentota.

Se llama Lucullus Garden, situado a 50 metros a la derecha mirando al sur de la estación de trenes.

Conseguimos la habitación triple después de un regateo por 2300 rp con café y wiffi incluido.

Desde su terraza, se puede disfrutar de la naturaleza que rodea el entorno viendo aves y murciélagos del tamaño de un pollo al atardecer.

 

 

Esa misma tarde, disfrutamos del atardecer en una pequeña cala separada de la playa principal.

 

 

Por la mañana, la lluvia que nos ha visitado de manera intermitente en lo anteriores días, decide acompañarnos a tiempo completo.

Me dedico a escribir, poner en orden mis fotos y a ponerme al día con mis asuntos.

He de reseñar, que Bentota, tiene una amplia oferta de actividades para los turistas, como paseos en barca, safari de pescadores y todo lo que el bolsillo del visitante esté dispuesto a pagar.

Nosotros sin embargo, por el día tan gris que nos acompaña, hacemos un descubrimiento, que vale la pena reseñar.

Se trata del mejor restaurante en el que hemos comido hasta el momento.

No piense el lector que les indicare uno que venga reseñado en guías de viaje o que por su aspecto exterior, los turistas decidan parar, sino más bien lo contrario.

Pero háganme caso los que se atrevan a leer estas crónicas, des háganse de sus prejuicios de pulcritud, para disfrutar de una magnifica comida y una atención, que difícilmente encontraran en otros lugares.

A tan solo dos kilómetros de Bentota, en la localidad de Dharga, en el 172 Main Street, encontraran el Kandyan Food. Un pequeño local de comida casera, nada pulcro, pero con unas personas honorables, tan solo equiparada a la calidad de su comida.

Recomiendo el Rice Curry para el almuerzo y el Kotu (comida típica de Sri Lanka de vegetales, rotí cortado ruidosamente y carne) para la cena. El ver como preparan este plato, es todo un espectáculo, que ya por verlo, merece la pena pagar.

Además, los precios son locales, grandes raciones que solo un servidor es capaz de finiquitar, por tan solo 120 rp. El té que en los demás sitios cobran 40 rp, aquí solo cuesta 10 rp.

Sin duda alguna, la calidad de la comida, arropada por la amabilidad, servicio y falto de engaño de las personas que regenta este pequeño local, hacen que se tengan gratas experiencias.

 

 

Por la mañana, la lluvia nos da una tregua y decidimos marchar a la pequeña cala cercana al hotel, donde pasamos el día, hasta que el sol nos tuesta la piel.

 

 

Al siguiente día, debido a las quemaduras de la piel, hacemos descanso en el hotel.

Por la tarde, la dueña nos invita a que antes de marchar a la mañana siguiente, asistamos a una comida que ofrece a toda la familia y amigos, unas doscientas personas.

Decidimos quedarnos un día más e indicamos que queremos participar en la elaboración y ayudar, pues de ningún modo, somos de estar de brazos cruzados mientras los demás trabajan.

Pasamos el resto del día ayudando en la cocina improvisada en los aledaños de la casa principal.

 

 

Por la mañana, unos monjes visitan la casa, donde realizan una ceremonia, antes del almuerzo.

Preguntado a un familiar por el motivo de la gran comida, nos indica que la matriarca de la familia, enfermó hace unas semanas y posteriormente se recupero. Visitó el templo y el monje, le sugirió que la mejor manera de dar las gracias, era haciendo una celebración para dar las gracias por la recuperación.

Somos los únicos foráneos en el lugar y la comidilla de todos los asistentes, que sin embargo, no merma la amabilidad con la que nos tratan.

 

 

CAMINO DE GALLE

Salimos de Bentota, con la promesa a la dueña del hotel, de enviarle las fotos de la ceremonia y comida del día anterior.

Tenemos la intención de parar en Hikkaduwa, donde todas las guías la indican como un buen destino de playa.

Cuando llegamos a la localidad, nos encontramos con una población abarrotada de hoteles, restaurantes y turistas.

Les indico a mis compañeras de viaje, que para estar aquí, prefiero proseguir camino hasta Mirissa. Igual de turística, pero donde ya estuve en mi anterior visita al país, y las playas son igual de hermosas, jugando con el extra de saber en dónde alojarnos.

Llegamos a Bandhusema House and apartament, donde los dueños nos reciben con la amabilidad con la anteriormente me habían agasajado.

Regateamos el precio de las habitaciones, donde al final, conseguimos, dos habitaciones dobles con wiffi y el baño compartido entre ambas, por 2.000 rp en total.

Decidimos permanecer cuatro días, para visitar sus playas, Galle, la cuarta ciudad del país y hacer un recorrido hacia el norte por las tierras del Té y donde no hay turistas.

Los precios en los restaurantes de Mirissa, son para turistas, y hacemos valer nuestro transporte, para comer a precio local.

Aconsejo al viajero, ir a la localidad de Weligama, situada a tan solo 5 km al sur de Mirissa, cerca de la plaza central, podrán encontrar dos restaurantes con por precio local. Además, también hay una Bakery, donde el desayuno en bollería, es fresco y muy económico.

Para hacer compras o alguna gestión en Mirissa, es más recomendable ir a Matara. Ciudad donde se encuentra de todo y que dista tan solo 15km.

Al día siguiente, decidimos visitar Galle. En la carretera, encontramos los pescadores que vienen reseñados en las guías de turistas, pero que en la actualidad, solo se dedican a pedir dinero a los turistas, porque les hagan fotos.

 

 

Esta tan prostituido este tipo de pesca, que los pescadores, ni tan si quiera llevan sedal en sus cañas. Viven únicamente de sacar dinero a los turistas.

El barrio antiguo de Galle, de estilo colonial y muy bien conservado, está en el interior de una fortaleza y cerca del mar.

El visitante podrá pasar un tiempo muy entretenido, visitando sus calles, sus iglesias, alguna transformada en mezquita (que no me vuelva a decir ningún musulmán que la transformación de la Mezquita de Córdoba a catedral católica, fue un atropello y un insulto a la comunidad musulmana) o la plaza principal.

Visitamos la ciudad en día festivo, por lo que podemos disfrutar en su plaza de un partido de Cricket, deporte nacional y herencia británica.

 

 

Luego, nos damos un baño, en una de las numerosas y preciosas playas que hay en el camino de vuelta a Mirissa.

 

 

Como la tarde aun no termino, Yokito San, aprovecha, para practicar en la conducción del tuc-tuc por carreteras interiores. A doña Callada y a mí, nos deja sorprendidos, con el manejo que la nipona tiene con Pikoleto.

Aunque no tanto a los locales, que se quedan patidifusos, cuando nos adelantan en sus coches y ven a una chica conducir un tuc-tuc. Dejan que volvamos a adelantarlos, para comprobar que su vista no les ha engañado y nos saludan efusivamente.

Los paisajes interiores de Sri Lanka son muy bellos, y de vez en cuando dan alguna que otra sorpresa.

 

 

HACIA LAS MONTAÑAS DEL TÉ

Al día siguiente, decidimos hacer una ruta larga hacia las montañas del té.

La ruta que a continuación reseñaré, la descubrí por casualidad, en mi primera visita junto al Ordenanza. Se puede hacer ida y vuelta en el mismo día, aunque aconsejo salir temprano, para no regresar sin luz.

Desde Weligama tomar la carretera que va a Teliijawila. Posteriormente tomar la carretera A 24, en dirección Akuressa. Una vez en esta población, tomar la carretera A 17 hacia el norte. Conforme la carretera va ascendiendo, el paisaje es salvajemente bonito y ya se pueden apreciar las primeras plantaciones de té.

En el km 88 de la carretera A 17, hay una bifurcación, continuar por la misma A 17 a la derecha y la carretera se tornara mas tortuosa, estrecha y con curvas. Sin embargo, el paisaje del que se puede disfrutar vale mucho la pena.

Los locales saludarán al visitante a su paso y las vistas son asombrosas.

En el kilometro 145, después de descender la montaña y pasar un hermoso bosque de pinos, habremos llegado a Rakwana. En esta localidad podemos descansar y comer, para después deshacer de nuevo el camino.

Si se ha tenido la precaución de comprar un mapa de carreteras, podremos volver a Mirissa, por otras carreteras, que están mejor y donde también se podrá disfrutar de la belleza interior de Sri Lanka y de la amabilidad de sus habitantes.

 

 

Cuando llegamos por la noche a Bandhusema House and apartament, al igual que todos los días, hacemos cuentas de lo gastado. El dueño, que está al lado nuestra, se muestra algo nervioso.

UN POCO DE INSPECTOR POIROT TECNOLÓGICO

Por la mañana, en el desayuno, Doña Callada me comunica, que le falta dinero, concretamente un billete de 50 € y 9000 rp. Todas las mañanas hace recuento de todo el dinero que lleva. Recabando datos, damos con el resultado de que no ha podido ser nadie más, que el dueño de Bandhusema House and apartament. En el día anterior, sabiendo que íbamos a estar fuera, ha entrado en la habitación de ella y después de registrar su mochila, ha cogido varios billetes de todos los que tenia, esperando que Doña Callada no se diera cuenta.

Como en estas cosas, es la palabra de uno frente a la del otro, decido intentar solucionar las cosas, con un farol.

Llamo al dueño, quien se persona de inmediato y le comunico que a mi amiga le han entrado en la habitación y le han robado. También le indico, que ante la ausencia de fuerza en la puerta ha tenido que ser alguien que tenía copia de la llave.

Le indico, que voy a llamar a la policía, para que detenga al ladrón y que en breve sabré quien es, pues dejé como precaución el día anterior, una cámara espía en la habitación.

Le enseño un pendrive que tiene un agujero y le indico, que es una cámara. Sin embargo esta sin batería y tarda un par de horas en recargar, que es lo que tardaré en llamar a la policía de no ser que el hecho se solucione.

El pez pica el anzuelo e inmediatamente, se ofrece a devolvernos el dinero sustraído, a cambio de no llamar a la policía y de no hacer mala publicidad de su hotel.

Con este hecho, nos ha dejado claro y sin duda alguna que ha sido él quien ha sustraído el dinero.

Nosotros aceptamos a que nos devuelva el dinero y le prometemos que no haremos mala publicidad de su establecimiento.

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Lo sentimos, pero estaba claro que esta promesa no la ibamos a cumplir.

Pasamos el dia jugando a las cartas y esperando a marchar a la mañana siguiente.

Saalimos de Mirissa y decidimos tomar la carretera A 2 para llegar a Habantota.

KIRINDA: UNA JOYA EN BRUTO

Paramos en el camino a tomar un cafe y a disfrutar de las vistas que ofrece la carretera.

 

 

Cerca del destino, paramos en Ambalantota, para comer. Aqui recomiendo parar a comer en Food Corner, en Tissa Road, en la misma carretera que atraviesa la ciudad, en el lado izquierdo a las afueras, en direccion Habantota.

El viajero disfrutará de un restaurante limpio y con una comida excelente (Bufet) a un precio local.

 

 

Cuando llegamos a Habantota, viendo que es una ciudad y nosotros no somos santos de devoción de lugares poblados, decidimos continuar hasta Kirinda.

La carretera después de unos kilometros pasados de Habantota a Kirinda, no es demasiado buena y se hace eterna, a pesar de que son solo 20 km. Yokito San conduce a Pikoleto con una pericia excelente y hace que mis posaderas descansen.

Kirinda, esta en la costa sureste, situado entre el Santuario de Bundala y las puertas del Parque Nacional de Yala, el más famoso del pais.

Ya en el camino, se podra disfrutar de unas marismas, donde el paisaje es muy diferente al que hemos visto en los dias anteriores.

 

 

El parque Nacional de Yala, esta cerrado debido a que es epoca seca y no abre hasta el mes de Noviembre. Aun así, decidimos quedarnos en la pequeña localidad de Kirinda.

Hemos dado de lleno en la diana nos decimos, cuando encontramos el hotel R.P. Daya, justo delante del templo budista. Con teléfono 0711373253 y 0475787139.

Con habitaciones limpias, amplias, económicas (la habitacion cuádruple separada por puerta y con baño, además del café de la mañana, los tres por 1.000 rp). El magnífico precio del hotel, solo es comparado, por la ambailidad de la dueña y esta solo superada por las impresionantes playas que hay en el lugar.

Pero sin duda alguna, lo mejor de Kirinda ademas de sus playas, es que esta exenta de turistas en esta epoca del año y no hay mas de cuatro resorts que nunca están completos en temporada alta. Decidimos permanecer en el lugar tres días.

Al atardecer, paseamos por la playa más cercana al hotel y nos quedamos maravillados con su belleza. Allí, al ser fin de semana, nos encontramos con locales que están de vacaciones y nos saludan amigablemente.

En una de las playas, también encontramos una cuadrilla de trabajadores de la construcción, que están pasando el fin de semana y celebrando su día festivo a ritmo de música, danza y whisky con soda. Nos invitan a unirnos a ellos y no lo pensamos ni por un solo instante.

 

Por la noche, nos acercamos a Tissa, situada a 12 km al norte, para comprar una botella de Arak de coco (licor local) y hacer lo que hemos convertido en tradición. Sábado noche de petróleo.

Por la mañana salimos a dar una vuelta por los alrededores y quedamos impresionados, por la gran diversidad de aves que hay en el lugar, donde se alimentan en las marismas aledañas y alegran la vista del visitante.

 

Luego, cómo no, nos damos un baño en una maravillosa playa con rocas enormes, que dejan mellas de arena donde el viajero descansara y se relajará sin ninguna duda.

 

 

Pasamos los días siguientes de la misma manera, recorriendo las aldeas cercanas y viendo la naturaleza que las habita.

Aprovechamos que estamos en el lado este del país, para levantarnos a las cinco de la mañana y empezar el día viendo el magnífico amanecer desde el templo budista, que nos regala el lugar.

 

 

También nos bañamos en las playas, donde al final, poniendo atención, Yokito San y yo vemos a una ballena.

Siento no poder ofrecer ninguna imagen de este acontecimiento al lector, pero no me suelo llevar mi cámara 24 horas conmigo.

Para comer en Kirinda, recomiendo, hacerlo en un restaurante que se encuentra a la salida del pueblo, a un kilometro, en el lado izquierdo en dirección Tissa, donde el servicio es atento y la comida muy buena. El rice curry con pescado fresco cuesta 175 rp.

Para reconocerlo, fijarse en la baranda exterior que es de madera.

POR ELLA: EN TODA LA BOCA

El martes por la mañana, salimos de Kirinda y tenemos la intención de atravesar el Parque Nacional de Yala, por la única carretera que lo hace, para legar a Arugambay, refugio de surfistas.

Cuando llegamos a la entrada del parque, nos indican que no se puede entrar hasta Noviembre.

Damos media vuelta, con la sospecha de que si se puede hacer por otro lado que no nos han querido indicar, porque de no ser así, las poblaciones que hay en la costa, quedarían incomunicadas. Sin embargo, después de salir de Kirinda, sé por experiencia, que pocas localidades costeras la podrán igualar en belleza y estar exentas de turismo, por lo que decidimos poner rumbo a las montañas del té, concretamente a Ella.

Desabróchense los cinturones, bájense los pantalones y prepárense a que les den por todos los lados. Bienvenidos a la localidad de Ella.

Ella es una localidad en un precioso enclave en las montañas de Sri Lanka. Rodeada de plantaciones de té y café y donde cada casa es un restaurante, hotel, tienda o  centro de masaje. Tremendamente prostituida por el turismo y que han hecho de esta plaza un mero burdel turístico, donde al viajero lo intentaran engañar del modo que sea. Todo está en venta y nada es gratis en Ella.

Tomamos habitación en un buen hotel, donde la experiencia, me hace conseguir una limpia, grande  y preciosa habitación para tres personas, por 2.000 rp., con wiffi y café por la mañana.

El hotel Soryya, se encuentra en la entrada sur de la población y ofrece buenas habitaciones con agua caliente, muy buena wiffi y estupenda terraza por 3.:500 rp la habitación doble.

Actualmente se está rehabilitando el restaurante situado en la parte superior.

En los restaurantes del pueblo, el plato más económico es el rice curry vegetal por 400 rp en el lugar más barato. Por este plato, los locales pagan algo menos de 100 rp. El té lo venden a 40 rp cuando ellos lo pagan a 10 rp. Una buena recomendación para disfrutar del té o café local, es comprarlo en una de las tiendas del pueblo y hacer que en el hotel donde nos alojamos, nos hagan una tetera con agua caliente. De esta manera, degustaremos las infusiones a un precio muy reducido.

Para comer si se tiene vehículo propio, recomiendo un restaurante que esta un kilometro antes de la gran cascada que nos recibe previamente al pueblo. Se encuentra en el lado derecho en dirección a Ella. Por 140 rp, se puede comer muy bien, el rice curry con pescado de río. Este plato si lo intentamos comer en el pueblo no baja de 600 rp.

De no llevar vehículo que nos proporcione movilidad, regatear el precio hasta la saciedad, para poder conseguir que nos bajen a 150 rp., el plato más barato. Con paciencia y una sonrisa es posible. Yokito San, siempre lo logra y me deja en ridículo consiguiendo mejores precios que yo.

Los viajeros llegan a Ella, para hacer tracking por las montañas y las plantaciones de té. Sin embargo, no vayan a pensar que estarán solos en el recorrido, pues en el camino hay puestos de collares, resorts o los trabajadores que recolectan las plantaciones, que se ofrecen dejarse fotografiar a cambio de una propina. También en ocasiones, hay que esperar a que los demás turistas, terminen de hacer sus fotos, para tener un momento y poder aprovechar las vistas.

Recomiendo la ruta del Little Adam, muy fácil, de tan solo dos horas y con unas vistas que merecen mucho la pena.

 

 

En la cascada que está a unos tres kilómetros al sur del pueblo, hay hasta zona de aparcamiento donde intentaran sacarle unas rupias al foráneo.

 

 

Nosotros, que nos hemos aprendido unas palabras en Singalés, no dudamos en utilizarlas, para mandar a tomar por culo a los que se atreven acercarse a cobrarnos por estar estacionados a un lado de la carretera.

“PISAAA, PALEAM” , sería como “¿estás loco?, vete”.

En la tranquila tarde que tenemos, Yokito San, decide sustituir la bandera de la cebolla y hacer la bandera de Japón. Busca un trozo de tela blanca y otro de roja (me pregunto qué haría si su país fuera EE.UU.) y comienza a coser. Mientras Doña callada lee en la terraza y yo me dedico a escribir.

 

 

Al día siguiente, aun con tareas que terminar en mi blog, decido quedarme todo el día en la terraza del hotel, para intentar finalizar la crónica.

Y ESTAS SON MIS INTENCIONES

Yokito San y Doña Callada, marchan en tren para recorrer una parte de uno de los mejores trayectos que tiene el país en ferrocarril. Hacen el tramo desde Ella a Ohya, que les lleva la mañana y parte de la tarde al hacerlo de ida y vuelta.

Dejo mi cámara a Yokito San, para ver de lo que es capaz, y a su vuelta, me sorprende una vez más de las sorpresas que guarda esta chica.

 

 

Es sin duda la persona más encantadora y eficiente con la que he tenido el placer de viajar, vivir y amar.

También he tenido la suerte de viajar en esta ocasión junto a Doña Callada, de la que solo puedo tener buenos calificativos. Siempre risueña, de buen humor, dispuesta a todo y sin queja alguna. Por ello siempre tendrá las puertas de El Taravitazo, abiertas de par en par.

Finalizo aquí la primera parte de Sri Lanka, donde hemos recorrido la mitad sur del país.

En la siguiente crónica, narraré las peripecias que nos acaecerán en Kandy, Polonnaruwa, Sigiriya, Anuradhapura, Trincomalee o la desconocida y a mi modo de ver muy interesante Jaffna.

También mi despedida de Ana, la que regenta el hotel de Pushkar en India. Quien ha decidido pasar los tres últimos días en Sri Lanka junto a nosotros. Sin duda alguna, por el subidón que le ha propiciado que le concedieran un visado por 6 meses en India (hace medio año me hubiera dado envidia). O la llegada de Yani y la celebración de mi cumpleaños, rodeado de personas muy especiales para mí.

Un saludo a todos los taravitazos de buena voluntad.